No es imprescindible tener una formación o preparación específica en materia de prevención o intervención con drogodependientes o con personas en exclusión.
Sin embargo si es necesario tener ciertas habilidades sociales y estrategias educativas básicas que permitan que la interacción con las personas que y el desarrollo de las tareas encomendadas se realice de forma adecuada.
Estas habilidades y estrategias podemos haberlas adquirido en nuestro propio proceso personal, ejerciendo nuestra labor de padres y madres, en nuestro trabajo, o en otras actividades que hemos realizado en nuestra vida social…no necesariamente tenemos que tener una formación específica sobre ellas.