Este lunes pasado han vuelto las conversaciones al patio de la comunidad terapéutica de Proyecto Hombre. Se oía el parloteo de los usuarios intercambiando emociones y sentimientos vividos desde el 13 de marzo, cuando se fueron de fin de semana y no pudieron volver debido al estado de alarma. Después de más de dos meses, y semanas planificándola, se ha conseguido la vuelta de 8 de ellos a las instalaciones para continuar con sus tratamientos de una manera normalizada.
Todavía quedan usuarios por reincorporarse a la comunidad, pero las necesidades eran apremiantes para este grupo de 8: recaídas, problemas psicóticos, niveles de ansiedad o violencia elevados, han sido valorados y evaluados para la apertura urgente de parte del servicio residencial tradicional. El resto se irán uniendo al servicio de manera progresiva y en función de la necesidad. Es increíble pensar que cuando todos quieren salir, hay unos pocos que quieren entrar.
Esta reincorporación a la comunidad se ha realizado con todas las medidas sanitarias correspondientes, tal y como marca la dirección general de Salud Pública, en coordinación con la Junta de Castilla y León y la oficina del Comisionado para la Droga, puesto que Proyecto Hombre es centro acreditado de la red asistencial de drogodependencias. Tanto usuarios como trabajadores tienen resultados negativos para COVID-19 pero se siguen extremando las precauciones de la normativa higiénica y el distanciamiento social decretado por el Estado. Además, se tomaron medidas sanitarias extraordinarias para garantizar una reincorporación segura de sus usuarios y gracias a colaboradores solidarios como Leroy Merlin, Crimasa, Clece o la iniciativa solidaria #mascarillassolidariasvalladolid, ha conseguido desinfectar el edificio con máquinas de ozono, aprovisionarse de mascarillas y geles hidroalcohólicos, renovar la ropa de cama, almohadas, colchones o instalar mamparas de separación de cristal, entre otras actuaciones.
El resto de intervenciones que realiza Proyecto Hombre, ya sean de tratamiento ambulatorio o labores de prevención y apoyo sociosanitario con familias, jóvenes y adolescentes, se seguirán realizado de manera telemática gracias a la gran transformación digital que está cometiendo para adecuarse a las nuevas necesidades.